Texto de Pepe Balboa, vecino de Beariz.
La vida, a veces nos hace regalos no siempre esperados, pero sí muy bien recibidos. Eso fue lo que sucedió el otro día en la firma de unos documentos ante el Notario don Juan Antonio Rua Prieto. El documento sometido a escritura notarial era una diminuta casa de aldea de no más de cincuenta metros cuadrados. Una vez terminados los naturales formalismos y dada la amistad que entre ambos existe, me preguntó qué utilidad pensaba darle a la pequeña casa. Le comenté que tenía pensado dos alternativas. Una de ellas convertirla en un lugar de lectura y exposición de los muchos cuadros que poseo que el pintor Rafael Prieto realizó para la ilustración de mis publicaciones.

Y la otra posibilidad, por estar en el centro del pueblo, al borde del CAMIÑO DA GEIRA E DOS ARRIEROS era convertirla en REPOSO DEL CAMINANTE para acoger a los Peregrinos que realizan el Camino Braga Santiago de Compostela. Como no da las medidas exigidas para hacer un Albergue, únicamente satisfacer las necesidades de los Caminantes, Peregrinos o simples viandantes que al llegar a Beariz encuentren un pequeño lugar donde retomar fuerzas para proseguir su Camino. Por supuesto sin cobrar ni un céntimo y sí aceptar el DONATIVO que ellos pudieran o quisieran aportar. Cuando el señor Notario escuchó la palabra donativo, su rostro se transformó.
Yo desconocía su faceta de Peregrino. Abrió las puertas de las emociones y nos comentó las gratísimas experiencias vividas en los diferentes Caminos y de todas ellas las que guardaba en los pliegues más emotivos de sus adentros, habían sucedido en los Albergues DONATIVOS. Nada tenía que ver el estado anímico de las personas cuando llegaban al Albergue con el que mostraban al compartir una noche en animados comentarios de las diversas situaciones vividas. Era increíble la confraternidad que se creaba entre todos los reunidos. Unos momentos antes, totalmente desconocidos y en instantes de diálogo, pura fraternidad.
Fuente:
EL CAMINANTE: ALBERGUES DONATIVO.