Inicio en Braga el día 29/04/2018 y llegada a Santiago el día 07/05/2018.
Etapas:
- Braga – Terras de Bouro
- Terras de Bouro – Os Baños
- Os Baños – Castro Laboreiro
- Castro laboreiro – Cortegada
- Cortegada – Pazos de Arenteiro
- Pazos de Arenteiro – Soutelo
- Soutelo de Montes – Codeseda
- Codeseda – Pontevea
- Pontevea – Santiago de Compostela
Relato de Montserrat
Pasaron unos días ya desde la finalización de nuestro último camino, el Camino de la Geira y los Arrieros.
Tras acumular más de una quincena de diferentes caminos, nuestras preferencias en la medida de lo posible han pasado a centrarse en indagar sobre recorridos menos concurridos que posean un cierto poso histórico y que nos proporcionen, día a día, la sensación de ir disfrutando y transitando terrenos y paisajes que rezuman el jugo intenso del camino clásico y de sus peregrinos ancestrales.
Nuestra primera aproximación a este itinerario fue a través de internet. La casualidad quiso que nos llamara la atención la web http://www.debragaasantiago.com y, sorprendentemente, acababan de editar una guía en papel que me apresuré a solicitar así que, de la noche a la mañana, nos vimos inmersos en un nuevo proyecto quizás más atractivo que ningún otro.
Nos enfrentábamos a él con ilusión y con cierto respeto, teniendo en cuenta que nos advertían que se trataba de un camino para “peregrinos experimentados”. No estaba señalizado, nada de flechas amarillas ni de puntos de referencia. Nada de albergues, y encontrar un peregrino que nos acompañara iba a ser casi un milagro. Así que, a las habituales labores de investigación y preparación, añadimos el aprovechamiento de las facilidades que nos prestaron los autores de la guía, Henrique Malheiro y Carlos da Barreira, de los que no dejamos de recibir asistencia y consejos.
Y así, casi sin darnos cuenta nos vimos en Braga, guiados entusiastamente por Henrique y tratando de memorizar datos e instrucciones ante un día gris y húmedo.
Amaneció y, teléfono en ristre, comenzamos a caminar por las calles de Braga. De inicio fuimos cautos, eso de no ir buscando flechas amarillas era una novedad e ir consultando el navegador parecía que nos distraería de las virtudes del camino. Pero nada fue así, las consultas a los tracks fueron puntuales e intuitivamente fuimos hilvanando senderos, calles y carreteras con minúsculos problemas sin importancia y, cuando quisimos darnos cuenta, ya estábamos en Terras de Bouro descansando y preparando el siguiente día.
Etapa tras etapa fuimos comprobando el potencial de este camino. Bien es cierto que conocimos escépticos y defensores de recorridos diferentes, a la búsqueda de un beneficio comercial o de, simplemente, querer llevar la razón. Pero llegamos a Santiago con la certeza de haber hecho un itinerario que no tardará mucho tiempo en poblarse de peregrinos inquietos, deseosos de paz y soledad, de los que buscan sentirse envueltos por las piedras de los muros de esas aldeas a veces pobladas, a veces desiertas. Los paisajes que nos han envuelto son dignos de ser visitados, sus pequeños pueblos y ciudades no han dejado de manifestarnos su apoyo, aliento e incluso la sorpresa ante nuestro trascurrir peregrino.
Tuvimos grandes experiencias de multitud de sitios: en Castro Laboreiro nos atendieron con excelencia toda la familia del Hotel Miracastro, igual que en Cortegada el Buena Vista. A continuación, y desde Ribadavia, disfrutamos de un trato maravilloso a nuestro paso por las tierras de producción del ribeiro de parte de dos guías de privilegio, como son Eladio Rodríguez de “Arco da Vella a Adega de Eladio” y Xoan Pablo Lorenzo de “Vinagres do Ribeiro”. Con ellos nos adentramos en un mundo de sabores, olores y experiencias que nos hicieron profundizar más en la raíces de una tierra y de una historia a ratos sorprendente, a ratos mágica. Nos reconfortamos y descansamos, tras esas jornadas gastro-enológicas, en Soutelo, con las atenciones de Belén y su madre de la Pensión-Restaurante San Roque y de Carmen de la Asociación Socio-Cultural Can de San Roque.
Posteriormente llegamos a Codeseda, atendidos de cerca por las indicaciones de Carlos da Barreira. De él y de su amigo Jorge Fernández recibimos una clase magistral sobre la historia y los hallazgos relacionados con este camino, percibiendo la sensación de estar viviendo el resurgir de una senda que, cubierta de olvido e indiferencia, va iluminándose y tomando brío.
Caminamos de nuevo y con más ganas si cabe hasta Pontevea, y fuimos desde Casa Pernas al Hotel Albeitería, y de ahí a Casa Pernas y vuelta al Albeitería, y volvimos a disfrutar de una atención sobresaliente tanto en una como en otro, cerrando la noche ante la lumbre de una queimada como anticipo privilegiado a la llegada la siguiente mañana a Santiago de Compostela.
Para finalizar, no me cansaré de enviar agradecimientos a los primeros insufladores del espíritu de Santiago a nuestro, inolvidable ya, camino: Henrique Malheiro y Carlos da Barreira. Carlos da Barreira y Henrique Malheiro, tanto monta, monta tanto. Enhorabuena a los dos, estáis llevando adelante, con todos vuestros valiosos colaboradores, una fantástica idea convertida en realidad, y veréis más pronto que tarde el fruto de vuestro trabajo y entusiasmo. Conseguís trasmitirlo y aportáis el empuje necesario para que desde el instante que alguien se asoma al proyecto, se sienta partícipe y desee lanzarse a fondo a disfrutar de todo y de todos. Muchísimas gracias y felicidades. Y gracias a tantas y tantas personas que nos alentaron, nos ayudaron, nos sonrieron, nos felicitaron … y, en definitiva, construyeron este nuestro inolvidable Camino de la Geira y los Arrieros.
Un abrazo fuerte a todos. Volveremos , sin duda.

Ponte da Cava da Velha, cerca de Castro Laboreiro

Por los caminos entre Berán y Pazos de Arenteiro

En el Obradoiro, ya con la Compostelana y el certificado de distancia
Una vez llegaron a la Catedral, aún tuvieron fuerzas para llegar hasta Fisterra el jueves 10 de mayo.